4 razones para trabajar con ABP en tu sala de clases

El siglo XXI ha traído importantes cambios tecnológicos, sociales y medioambientales, promoviendo nuevos desafíos para la vida, con especial énfasis en el sistema educativo. Una sociedad cambiante como la actual exige entender a el y la estudiante desde una mirada integral, dándole centralidad en el proceso de aprendizaje, a través de experiencias reales y pertinentes, que le permitan estar conectado/a con lo que pasa en su entorno y prepararse para enfrentar este mundo cambiante.

La pandemia ha reforzado estas ideas, mostrando que es urgente formar a ciudadanos y ciudadanas globales, que sean críticos/as, creativos/as y capaces de comunicarse para buscar soluciones a problemas complejos. 

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una metodología de aprendizaje activo que brinda la oportunidad de desarrollar las habilidades que nos ponen camino al éxito,  al entregar mayor autonomía y protagonismo a los y las estudiantes y conectar su aprendizaje más allá de la sala de clases. Esta metodología —que tiene por objetivo que los y las alumnas aprendan mediante la investigación y ejecución de proyectos auténticos— se ha vuelto cada vez más popular porque ha demostrado tener múltiples ventajas para el aprendizaje.