El aprendizaje socioemocional debe integrarse regular e intencionadamente dentro de las salas de clases, dado el potencial que éste tiene, no sólo para propiciar el desarrollo de las habilidades en los y las estudiantes, sino también en los adultos que acompañan su proceso educativo. De este modo, se logra crear climas dentro y fuera del aula que favorecen significativamente el aprendizaje integral y de calidad.